miércoles, 22 de junio de 2011

El cerezo de Antonieta


Lejos de la cuidad, en la casa quinta de sus abuelos, Antonieta plantó un cerezo. Fascinada por su bella y delicada flor, la entusiasmada joven decidió dedicar un poco de tiempo al abandonado jardín.
Primero apareció con tierra, luego con guantes y herramientas de jardinería, una gran capelina para protegerse del sol y por último el pequeño árbolito que apenas contaba con unas pocas hojitas. Luego del arduo trabajo de plantarlo y colocar una barrilla para que crezca erguido lo regó con cuidado.
Todos los dias durante casi toda la primavera, Antonieta cuidaba del cerecito que parecía nunca crecer.Triste la muchacha lo invadió con fertilizantes, abonos y correctores de carencias, pero nada funcionaba.
Un día gastó tanto dinero, sin ver ningún resultado, que se frustró y decidió quitarlo. Tomó una pala y trato de desenterrarlo, pero la raíz había crecido desmesurabemente. Agobiada de rabia, le arrebató sus pocas hojitas verdes y con el filo de la pala lo cortó por la mitad.
El cielo se tornó gris y se colmó de nubes, la lluvia no se hizo esperar. Aún así la joven ebria de frustración, se arrodilló y comenzó a tironear, hacia su pecho, del delgado tronquito que seguía plantado. Su fuerza descomunal llegó a tal punto que con el barro sus piernas resbalaron bruscamente y como una estaca punzante, el fino tronco se enterró en su pecho.
Dos días después su abuela la encontró muerta y atascada allí.

3 comentarios:

  1. Jojo! después me decis loco a mi, muy bueno purrete!

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  2. jaja se lo pase a un chabon por el eme y me pregunto si no era la asesina d bin laden :P jaja! q onda tampoco es boo ja gracias igual marteeen!

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  3. jaja mira al arbolito, yo pensaba que era algo infantil hasta que lei el final. muy bueno. Beso grande.

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